Después de casi tres décadas y más de 7.000.000 toneladas de asfalto fabricado, la planta de asfalto de Vicálvaro se despide para dar paso a una nueva era asfáltica. Desde 1994, esta planta ha sido un pilar fundamental en la fabricación de toneladas de asfalto, contribuyendo significativamente al desarrollo de infraestructuras en toda la comunidad de Madrid.
Sin embargo, el progreso nunca se detiene, y desde agosto de 2023, estamos inmersos en el montaje de la planta de aglomerado más moderna en España, que marcará un antes y un después en la industria. Con una capacidad de producción estimada en unas 350,000 toneladas al año, esta instalación requiere una inversión total superior a 9 millones de euros que obligan a un diseño de eficiencia máxima de la optimización de costes. Pero no solo el aspecto económico es un aspecto a destacar sino que el proyecto también brinda un impacto ambiental positivo significativo.
Una de las características más destacadas de esta planta es su sistema de reciclado, diseñado para alcanzar tasas del 60%. En comparación con el modesto 15% de la planta anterior, esta mejora permitirá reutilizar el fresado procedente de pavimentos envejecidos para las operaciones de renovación de los pavimentos asfálticos de Madrid. Esto no solo reduce el consumo de recursos naturales como áridos y petróleo, sino que también elimina 150,000 toneladas de árido extraído y transportado, 2,250 toneladas de betún y 150,000 toneladas de fresado que de otro modo irían a parar a vertederos.
Además, el empleo de altas tasas de reciclado conducirá a un ahorro notable de emisiones de gases de efecto invernadero, estimadas en unas 443 toneladas de CO2 al año. Otro avance ambiental clave es la alimentación del quemador de la planta con gas natural en lugar de fuel. Esta modificación reducirá las emisiones directas de gases de efecto invernadero en aproximadamente 1,2 kg de CO2 por tonelada fabricada, lo que equivale a un ahorro anual de 300 toneladas de CO2.
Además, la planta estará equipada con un sistema de espumación de betún que permitirá una mejor envoltura del conjunto de materiales, lo que resultará en una reducción significativa de la temperatura de fabricación de la nueva mezcla, disminuyendo así las emisiones de CO2 en torno al 9,5%.
Es importante destacar que la transición hacia un parque de ligantes alimentado eléctricamente también jugará un papel crucial en la reducción de emisiones de CO2. Este cambio reducirá las emisiones directas de gases de efecto invernadero en aproximadamente 350 toneladas al año en comparación con el uso de calderas de aceite térmico.
En resumen, estas mejoras representan una reducción del 55% en las emisiones de gases de efecto invernadero al año, lo que está alineado con los objetivos de reducción establecidos para la Unión Europea (una reducción del 40% con respecto a 1994 para el año 2030). La nueva planta de aglomerado de Vicálvaro no solo marca un avance en términos de eficiencia y productividad, sino que también establece un estándar más alto en términos de sostenibilidad ambiental para la industria.
¡Estamos entusiasmados por lo que el futuro nos depara con esta emocionante nueva etapa y estamos orgullosos de contribuir significativamente a un futuro más limpio y sostenible para todos!
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